DESPEDIDAS

Como todos, odio las despedidas, pero esta en concreto es una despedida necesaria para mi desarrollo personal. No me causa rechazo pero si una inseguridad tremenda.
Hace dos semanas cumplí 31 años, y hace apenas 1, superé mi segunda revisión!!!!
Ya ha pasado un año, y necesito cerrar el ciclo canceroso de mi vida para poder seguir evolucionando, seguir creciendo, para poder encontrar la felicidad y tranquilidad interior que tanto ansío.
Me quiero despedir de todos vosotros dando por concluida mi lucha contra el cáncer, y no sé muy bien cómo hacerlo. Yo que siempre tengo las palabras adecuadas, me quedo delante del ordenador mirando la nada con cara de pena, de ya no te veré más, como si estuviera dejando a un amor o algo parecido.
Me tengo que despedir del cáncer y no sé cómo. Desde hace unas semanas siento la necesidad de terminar con todo esto, de devolver al cáncer a su sitio, de quitarle importancia, de dejar de hablar de ello, hace semanas que no lloro al oír la palabra, incluso puedo leer mis antiguas entradas sin que me provoquen ansiedad.
Hace días que sé que tengo que decirle adiós a la enfermedad y no sé ni por dónde empezar.

No sé si cagarme en su puta madre o arrodillarme agradecida.

No sé si ponerme a llorar como una niña pequeña o reír hasta que me quede sin respiración.

No sé si despedirme o salir corriendo a ver si me persigue la muy puta.

No sé si los demonios cancerosos que anidan en mi subconsciente se largarán de una puñetera vez y me dejarán en paz, me dejarán aprender a vivir con un cáncer a mis espaldas, no sé si me permitirán el lujo de mirar hacia atrás y recordar mi lucha con cariño.
– Si con cariño, y es que esto del cáncer es un arma de doble filo (nunca mejor dicho), todo el proceso es una incertidumbre constante, y ahora un año después sigue siéndolo.
Sé que tendré ansiedad todas las dos semanas anteriores a mis revisiones, sé que cada vez que pise un hospital me entrará taquicardia y saldré de ahí medio infartada, sé que cada vez que huela a químico, a pintura, a lejía me entrarán ganas de vomitar, todo esto lo sé, es el handicap de superarlo. (Ojo, superarlo no es ningún handicap, es una suerte, es una intervención divina, es como si me hubiera tocado el euro millón y encima tengo salud para disfrutarlo.)

Tengo muchísimas ganas de que otros aspectos de mi vida ocupen en lugar que el cáncer deja. Quiero que el cáncer deje de ser una prioridad y pase a ser la experiencia de mi vida, lo que marcó un antes y un después. Quiero dejar de verme como una cancerosa, quiero empezar a ser una persona sana, viva, sin que el estigma del cáncer me acompañe a donde quiera que me lleve esta vida que me ha tocado llevar, o vivir, o sufrir.
Necesito dar por concluida esta etapa y tengo que empezar por el blog, mi blog.
Mi terapia natural, es como mi hijo, sale de mis entrañas, de mis más oscuros pensamientos, de mis más terribles vivencias.
Mi blog, mi arma de fuego.

Mi blog, mi manera de vomitar todo lo que he ido sintiendo, mi forma de haceros participes de lo que es pasar por un cáncer.

Mi blog, mi historia. Mi vida.

Ese blog que me daba la vida mientras intentaba no morir.

No penséis que voy a cerrar el blog, ni mucho menos, lo voy a dejar siempre en la red, para poder ayudar a otros que estén o vayan a pasar por lo que yo pasé, para que podáis consultarlo en caso de dudas, para que podáis seguir escribiéndome y contándome como os sentís, voy a seguir contestado a todas vuestras dudas, todas vuestras preguntas.
Solo palabras de agradecimiento a todos y cada uno de los que han leído este blog, solo gestos con cariño para todos aquellos que se han animado a escribirme, o me han encontrado por la calle y me han parado solo para contarme que me han leído, solo abrazos y ánimos a todos los que estando enfermos han leído mis palabras y les ha aliviado un poco, o les he podido aclarar algo, o les haya podido ayudar en algo. Solo una advertencia a todos los que se han dado por aludidos cuando me he cagado en todas y cada una de las personas sanas a las que os he hecho aunque sea por unos segundos plantearos vuestro modo de vida. Solo reverencias a todos y cada uno de los que me han escrito para contarme como van después de su cáncer, o para hacerme participe de su enfermedad.
Con todo esto me gustaría terminar diciendo que jamás podré olvidar todo lo que he pasado este tiempo, siempre estará ahí, es algo que me acompañará toda la vida. Algo así no se entierra, tengo que aprender a vivir con ello, he dejado que sea parte de mi vida, le he dado su hueco dentro de mí. Lo único que ahora intento es pasarlo a segundo o tercer plano.
Ahora quiero ocuparme de mí, quiero correr, quiero ser feliz, quiero atragantarme de reír, quiero bailar, quiero disfrutar, quiero sentir, ahora lo quiero TODO.
Por favor no dejéis de escribirme para cualquier cosa, no dejéis de opinar, no dejéis de leerme si lo necesitáis.
Muchas gracias por todo amigos, gracias a vosotros todo se ha hecho mucho más llevadero, mucho más fácil.
Ojalá jamás hubiera tenido que pasar por ello, ojalá, pero el cáncer me ha hecho mejor persona, más trastornada, más débil, más sensible, con más disfrute, el cáncer me ha hecho tomar las mejores decisiones de mi vida, pero lo mejor de todo es que me ha dado más ganas. Un consejo de cancerosa, hacedlo todo con ganas, siempre con ganas, con muchas ganas.
Hasta siempre amigos.

Un abrazo enorme.

.Mery.

Que fácil la mente…

Que maquiavélica es la mente, que hoy no deja de recordarme que en este momento hace un año estaba a un paso de lo peor que he pasado en mi vida.
Que macabra la mente, que estaba sentada en la oficina intentando centrarme en el trabajo, y ella solo me lleva a sentir lo que hace un año estaba a punto de experimentar.
Se me revuelve el estómago, puedo sentir como el veneno recorría mis venas, puedo sentir el pinchazo inicial en el pecho, vienen a mi esos olores nauseabundos a químico, a descompuesto, a cuerpo roto, puedo volver a ver mi orina de mil colores, rosa, azul, verde…
Puedo oír de nuevo el dichoso pitido de mierda de la puta máquina de quimio que me desgasta el alma, me aniquila la esperanza.
Que trágica la mente que no me deja olvidar, que solo me manda flashes, de lo que aquello fue aquel día, de todo lo que sufrí, de todo lo que me lamenté.
Que sobrecogedora la mente, que hace que hasta tenga ganas de vomitar, que hace que esté hasta mareada, que hasta puedo sentir como la sangre me sale a borbotones de la nariz.
Que asco de mente que en vez de hacerme sentir lo bonito de la vida, en vez de transportarme a momentos como el primero beso, momentos de risas con amigos, de viento golpeándome la cara, en vez de devolverme instantes como los que vives cuando acabas un entreno de 8km de running, y te sientes invencible, esos segundos en los que haces algo por primera vez y te encanta, esas ocasiones en las que la adrenalina se apodera de ti y te sientes capaz de todo. Instantes en los que comes tu plato favorito y se te cae la baba, olores como el de la tortilla de patata de tu madre, o el del mar, o el del café por la mañana, o el tacto de tu gato mientras ronronea, o segundos de una mirada que te llegue, o que te llene.
Que puñetera la mente que me transporta a un año atrás y me hace sentir pequeña, me vuelve insegura, débil, frágil, inestable.
Que traicionera la mente que solo con una sonrisa, una canción, una buena carrera, una cerveza, te arregla el día.
Que fácil la mente.

Quién avisa no es traidor…

Ya os lo avisé, en realidad os avisé a vosotros para que me quedara claro a mi, que esta guerra está ganada, pero que me quedan unas cuantas batallas por delante.

El martes pasado tuve mi 8ª quimio, los primeros días fueron como una quimio normal, lo de siempre, dolor de cabeza, dolor de cuerpo, náuseas…Pero a partir del sábado empecé a sentirme realmente mal, era un dolor diferente un dolor nuevo, estoy hasta los cojones de dolores nuevos, me dan muchísimo miedo, hay veces que no sé si me está pegando infarto o un mega pinchazo en el pecho, o si se me duerme el pié por algún trombo o es que he estado sentada encima de él un par de horas, algunas veces me pegan unos pinchazos en cualquier nervio , como  en la cara, en el brazo o en  la espalda, y me quedo sin respiración unos 30 segundos… Cada día un dolor nuevo.

Bueno a lo que iba, resulta que  tenía un dolor abdominal, en la parte inferior izquierda que era como si me taladraran a cámara lenta, empecé a vomitar todo lo que comía, no podía dormir,no podía andar, ni estar tumbada, ni nada… Así que acabé en urgencias delirando. No sé si los pacientes que nos comemos quimios tenemos preferencia, pero bueno me cogieron en seguida, y me empezaron a hacer pruebas, ecografías, radiografías, análisis, y nada me ingresaron, puesto que me dieron un derivado de la morfina y el dolor no se fue, sino que se iba moviendo. He estado dos noches en mi clínica «querida», he de decir que me tratan como si fuera la reina de la clínica, toda la gente de la clínica Rotger de Palma, enfermeras, auxiliares, celadores, mi súper médico internista, mi hematólogo, hacen que me sienta muy bien (dentro de lo que cabe, ya que yo como podéis suponer estoy mejor en mi casa y sin dolor).  Pues eso, que me he tirado ahí tres días, que todo lo que comía lo vomitaba, ya al final vomitaba sangre y todo del esfuerzo, lo he pasado realmente mal, seeee, esto es una puta mierda. Después de mil pruebas pues nada que está todo bien y que me puedo ir a casa sino vomito más, desde que me lo han dicho no he vuelto a vomitar, pero tengo el estómago como si estuviera Manolo el del bombo en final de mundial… Que todo este dolor es de las propias quimios. El otro día le decía a mi madre que le daba mi dedo meñique sino tenía que comerme más quimios, tengo que ir a ver a mi hematólogo y decírselo, a lo mejor cuela, le doy los dos dedos meñiques de las manos si me quita las 4 quimios que le quedan, la verdad es que no creo que le interesen dos dedos meñiques, pero los puede poner en formol  dentro de un bote y tenerlos como objeto de decoración. No cuela, lo sé.

Un saludo amigos.

Esto aún no ha terminado…

Después del macro subidón inicial toca que una ponga los pies en el suelo y se acuerde de que a pesar de estar limpia, tengo que comerme las 5 quimios que me quedan… Si, es una mierda. Pero tiene su explicación (o al menos en eso me dicen), el tema es que el PET es un 99% fiable y solo hace falta que se me quede por ahí turulando una célula cancerígena con ganas de reproducirse y triunfo como la coca cola, entonces no tengo otra opción que seguir con las quimios.

Me da una pereza amigos, que te cagas, pero bueno, no tengo otra. Algunos me dicen, bueno ahora ya vas con otra mentalidad y ya es diferente y tal, pero la verdad es que las quimios cada vez pesan más, y aunque esté limpia, y eso me haga hiper feliz, el sufrimiento de las putas quimios que me quedan no me lo quita nadie, así que nada, no penséis que ya he terminado con esto, porque no es así…

Es como si supiera que he aprobado la asignatura más chunga con sobresaliente, pero aún así tuviera que ir a todas las clases y hacer 5 exámenes…

Bufff, qué pocas ganas tengo de quimios amigos!

Ya os iré contando!

Joder que vomitona estoy!

Pues si amigos, esto de tener cáncer es un «chollo», una se acostumbra hasta a vomitar, creo que hasta intentaré mejorar mi técnica, jejeje…

Resulta que como os comentaba en otra entrada, el cuerpo es más listo que el hambre, y en mi caso se acuerda hasta de los olores, me pregunto como es posible recordar un olor, pues si, yo recuerdo olores, y no los olores que más me gustan, como el de la tierra mojada en verano, o el de la piel de los bebés, o el olor de una buena gambita a la plancha. Mi cuerpo se acuerda de los olores de la quimio, si, ese olor a químico mezclado con pegamento y con plástico. Si, me acuerdo de ese olor, y en mis días de quimio me da por vomitar, al principio no solía vomitar, pero ahora vomito mucho. Mientras me enchufan vomito un par de veces, pero luego me quedo como Dios, el tema es que luego cuando estoy en casa mi listÍsimo cerebro me hace recordar ese olor asqueroso y vuelvo a vomitar, una y otra vez, si es un asco. Pero es algo raro, por que no tengo náuseas, es decir no tengo ganas de vomitar todo el rato, sino que de repente me viene el olor a la mente, y ale, fiesta loca en el cubo. Y es que cuando estoy de semana quimio voy con un cubo por mi casa, un cubo azul que cuando acabe todo esto iré  a tirar a la basura.

Mi 6ª quimio se caracteriza por los vómitos, vomito y duermo como un oso polar, eso sí, como cómo una lima, amigos cancerosos no dejéis de comer, a mi me da vida, intentad forzar un pelín en ese tema y comed, lo que os de la real gana, pero comed.

Habéis visto que ya me he comido la 6ª quimio? Sabéis lo que eso significa?

Que ya empieza mi cuenta atrás! Cada vez menos!

UEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!

Qué sabio es el cuerpo…!

Parece mentira lo listo que es nuestro cuerpo… Después de mi desgarradora 4ª quimio, el cabronazo de mi cuerpo no me dejó de dar por culo. Resulta que para él (mi cuerpo), fue tan traumática esa 4ª quimio, que me tuvo toda la semana de no quimio con ansiedad, y auténtico pavor. Era escuchar la dichosa palabra y me quedaba en shock, casi sin poder respirar, me entraban ganas de llorar solo de pensar que tenía que volver, solo de pensar que me volverían a meter la aguja esa de mierda de casi 5 cm de largo en el port-a-cath, el puto olor ese a químico, o a tirita o a no se qué, el olor a pegamento del esparadrapo que me pone enferma, el baño, el olor de los productos de limpieza que utilizan para limpiar el baño… Buff! qué mal lo pasé.

Por eso digo que sabio es el cuerpo que aunque yo me esforzaba para quitarle hierro al asunto, él seguía en sus trece y no había manera de calmarlo, que duro amigos. Yo intentaba no pensar en ello, y en cuanto lo pensaba, decirme a mi misma que todo iría bien y que tuviera fuerza, y paciencia, pero mi cuerpo se empeñó en hacer otra cosa, y mi cerebro solo me mandaba mensajes de miedo, y horror. Y así de esa guisa me fui a la 5ª quimio, y cual fue mi agradable sorpresa que mientras pasaban los días me daba cuenta de que jamás volvería a tener una quimio como la 4ª, es más la 5ª fue una de las mejores, dentro de lo que cabe amigos, una quimio SIEMPRE ES UNA QUIMIO, y eso no me lo quita nadie!

Mierda, se me está empezando a caer el pelo…

Amigos, esa segunda quimio empezó a hacer mella en mi cuerpo. Me desperté un día y tenía la almohada llena de pelo, no del gato, no de mi pareja como me decía él, todo aquel pelo era mío. Fue duro, me dio la sensación de que me acaba de dar cuenta de que tenía cáncer… Realmente no fue así, tenia muy asumido que estaba enferma y que tipo de enfermedad padecía, fue raro, se me saltaron las lágrimas mientras pensaba, ahora sí que tengo cáncer… Ahora ya sí que vale todo, ahora ya si que estoy en el ring con todas mis ganas.

El malestar y asco que acompaña a los días post quimio se apoderó de mi, la segunda vez fue muy similar a lo que sentí en los días posteriores a la primera. Lo único bueno fue que se me fueron todos los picores!!!!! Ueeeeee! Si, 9 meses de picores liquidados en dos quimios!  Ya solo me quedan 10 pensaba, cada vez que pienso en las quimios que me quedan me entran ganas de irme a Vietnam nadando o corriendo, o en bici… Lo preferiría todo antes que otra quimio, pienso en la palabra y me viene un olor a químico y me entra  un mal cuerpo terrible. Mi madre siempre me dice que esto es lo que me va a curar y que piense en positivo, la verdad es que cuando estoy en semana no quimio, puedo pensar en positivo y llenarme de fuerza y energía, pero cuando estoy en plena semana quimio es imposible pensar en positivo, lo intento, pero es complicado el tema.

He decidido dividir mis semanas en «semamas quimio» y » semanas no quimio», así mi gente sabe si puede venir a verme o llamarme o incluso sacarme a tomar algo o a cenar. Ahora soy fan de la «semana no quimio» y os prometo que hago todo lo posible para salir de casa cada día, a partir de las 19.00 de la tarde, claro.  No os podéis imaginar lo que disfruto de salir a cenar, o de ir a tomar algo con mis amigos o con mi familia, y que el viento me de en la cara, y poder gozar un poquito del verano. Os puedo asegurar que mientras estás pasando por cualquier enfermedad, cualquier momento de lucidez y bienestar es extraordinario.

Mi 2ª quimio…

Esta vez ya sabía a lo que iba, ya sabía qué y a quién me iba a encontrar. Ya no tenía ese miedo del principiante que tuve la primera vez. Lo que si tenía era mucho respeto por el tratamiento. Me dio por pensar que si mientras el veneno se paseaba por mis venas yo estaba tranquila y relajada, él mismo se sentiría mejor en mi cuerpo y haría lo que tuviera que hacer. Así que me senté en mi butaca preferida, mp3 en mano y al lío. Se me paso rápido el tiempo, pero la maquinita esta dichosa que no paraba de pitar, y yo que me meaba en todo momento, me daba cosa llamar a las enfermeras todo el rato para que me desenchufaran porque me estaba meando, al final lo hacía ya que no podía más. No fue mal del todo, pero el mal cuerpo y el gusto este de como si tuviera la garganta ensangrentada no me lo quita nadie…

Tengo que contaros que siempre llevo un amuleto a mis quimios, un amuleto que me da suerte y hace que el tiempo se me pase rápido, hace que la quimio me haga mucho efecto y que los días post quimio sean más llevaderos (eso es lo que me gusta pensar a mi).

Este amuleto está compuesto de pequeñas cositas que me han regalado o pertenecen a la gente fetiche que tengo en mi vida. Este amuleto se compone de una pulsera de hilos de colores que me hizo mi hermana mayor Paula, que no me la quito y la llevo siempre conmigo, llevo su lucha y mi lucha. La otra pulsera llena de estas cositas, la pulsera con la golondrina colgando me la hizo una amiga, y  representa a todas mis amigas. La cruz blanca es de mi madre cuando era joven, supongo que comprenderéis lo que eso supone para mi, nunca he conocido a nadie más luchador y más alegre que mi madre. El anillo es el de bodas de mi abuelo paterno, es una de las personas que más echo de menos y que más he querido, y estoy segura que esté donde esté me apoya, y me manda fuerzas, él murió de cáncer de colón hace un montón de años. Y la pulsera negra de tiras me la regaló mi pareja en mi 26 cumpleaños, fue el primer regalo de cumpleaños que me hizo, es muy especial para mi, porque fue el primer regalo, y porque viene de él, si él, la persona que más paz, calma, y positivismo me transmite, él que siempre ríe y que me sabe manejar, si, a mi, a mis cojones, a mi mala leche y a mis arrebatos. ÉL.

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Os dejo unas fotos para que podáis ver cuales son mis amuletos, vosotros tenéis alguno?

Ya he pasado mi 1ª quimioterapia… Y ahora qué?

A medida que los días fueron pasando y me fui alejando de el día en el cual me enchufaron la quimioterapia me fui encontrando mejor. El dolor de cabeza remitió y el mal gusto en la boca se fue dispersando, lo que no me abandonó fue ni el cansancio ni la debilidad generalizada que sentía.  A día de hoy sigo sin poder controlarlo, este agotamiento, esta sensación de mareo constante, no sé si es por el calor y la humedad que hace en mi querida isla o si es cosa de la quimioterapia que te deja hecho un asco. Lo cierto es que no puedo hacer un montón de cosas que antes consideraba cotidianas. No puedo ir a hacer la compra sola, bueno, en realidad no me atrevo, por miedo a que me pegue un jamacuco y me quede ahí pasmada, me da por pensar que si me mareo estando en mi casa, imagínate si me voy a hacer la compra, imposible.  Alguna vez me he puesto a prueba intentado salir a comer, o cogiendo el bus para ir a algún sitio y ha sido un completo fracaso, me pegan bajadas de tensión que aún estando sentada me dejan K.O. Si, es una  mierda enorme, ya que me siento muy frustrada, no puedo salir de mi casa hasta las 18.30 de la tarde y si lo hago tiene que ser acompañada… Puede que sea algo psicológico, que el miedo a desvanecerme me pueda y no controle los nervios y por eso me ha pasado las veces que he intentado forzar, no lo sé. El tema es que con la salud que gasto en estos momentos no puedo forzar la máquina, ni pedirle a mi maltrecho cuerpo que haga nada más que lo que hace ahora. Hay muchas cosas más que no puedo hacer, como pintarme las uñas, no me puede dar el sol ni un poquito, no puedo blanquearme los dientes, ni ponerme la retención de la ortodoncia que llevaba hasta hace un par de meses, no puedo cocinar (si me quemo o me corto he triunfado como la coca-cola), no puedo ponerme desodorante, ni maquillarme, no puedo comer carne roja (esto no me supone ningún problema), no puedo comer lácteos, esto si es un gran problema para mi, no por la leche o los yogures, sino por el queso, me han quitado el queso y me han quitado media vida! No puedo comer azúcar, no puedo hacer ejercicio, no me pueden dar un masaje,ni ir a un spa,  no puedo estar en contacto ni con niños pequeños, ni personas mayores, ni adultos enfermos (son un nidito de gérmenes que no me convienen), tengo que evitar las aglomeraciones, y lo peor no puedo estar más de 3/4 horas fuera de casa ya que sino me agoto, literal, llego a casa hecha un despojo y al borde del desmayo. Supongo que no tengo otro remedio que tomarme las cosas con calma e intentar descansar lo máximo posible, de cara a la próxima quimio…

Días post 1ª quimioterapia

Tengo que reconocer que no es tan dramático como lo pintan en las películas.

Se pasa mal por supuesto, no mola nada encontrarte mal, y mucho menos a 30 grados a la sombra. Sé que si me hubieran diagnosticado la enfermedad en enero, seguro que lo llevaría un pelín mejor, el calor y yo nunca hemos sido grandes amigos y ahora mucho menos.

El mismo día de la quimio me sentía agotada, como agarrotada, ya después de la siesta se apoderó de mi un dolor de cabeza terrible, a lo migrañoso, un dolor de cuerpo extraño, un reflujo en lo que va de la boca del estómago a la garganta, un sabor a tubería en la boca y sobretodo una debilidad y fragilidad que no había experimentado nunca. Es como una hiper mega super resaca, pero peor. En los días siguientes saboree lo que es prácticamente no poder hacer nada más que estar en posición horizontal, me hacia el desayuno, me cansaba, intentaba escribir en el blog, me cansaba, tenía que ir al baño, me cansaba. Es muy frustrante, no podía hacer nada!

Llegó el jueves y con ello mi día fatídico, antes me encantaban los jueves, eran la antesala de los viernes, ahora los odio, los jueves son mis días negros.  Qué mal lo pasé el jueves amigos, repito que si no hiciera este calor de mierda y esta humedad que se te pega hasta en el ombligo, yo creo que lo llevaría mejor. Aún así no es agradable ver como de repente se te duerme el brazo izquierdo durante horas, como hueles algo que te encantaba y ahora te da un asco terrible, como apenas puedes mover los ojos por que te duele la cabeza.

No amigos, no se me cayó el pelo en los días posteriores a la primera quimio, tampoco vomité ni una sola vez, no dejé de tener hambre, es más el cuerpo me pedía más y más comida. Tampoco se me fue el picor este de mierda que me tiene hasta los mismisímos cojones y que llevo aguantando desde hace 7 meses.

También a medida que van pasando los días y el veneno se va dispersando, te vas encontrando mejor, lo que no se va es el cansancio y la debilidad, pero al menos el 4 día ya empiezas a sentirte mejor y va mejorando a mientras van pasando los días.

La quimio no mola un pelo amigos, pero es lo que tengo que aguantar, es lo que va a matar al cáncer, y aunque me deje hecha un despojo, es lo que me va a curar. Al menos ya solo me quedan 11!!!