Parece mentira, un año ya.

Ya ha pasado un año, y no lo había pensando en todo el día hasta que he visto en las noticias como Rafa Nadal ganaba su 9ª Roland Garros.

Ha sido un macabro «dejavu» que me ha llevado a recordar como tal día como hoy un año atrás, mientras Rafa ganaba su 8ª Roland Garros, mi madre me intentaba convencer para llevarme al hospital.

Me ha llevado a recordar, como estaba tirada en el sofá medio delirando, como media hora más tarde estaba tirada en la camilla del hospital con mil cables y agujas. Me ha llevado a recordar como ese momento cambió mi vida, como me dolió, como me estremeció. Me ha llevado a recordar como sentí que el corazón me subía por la garganta pidiendo a gritos que lo vomitara, mientras me daba cuenta de que el medico estaba intentando decirme que tenía cáncer. Hace un año que estaba en una habitación de hospital llena de gente.

Ver a Rafa llorando con su ensaladera, me ha llevado a recordar lo valiente que me sentía mientras luchaba, me ha llevado a recordar como fue todo.Hoy hace un año de que todo me explotó en la cara, de que vino la vida y me pegó una bofetada bien dada. Hace un año estaba a 8 quimios de 4 horas para  superarlo.

No me hace falta echar la vista atrás porque lo tengo presente todo el puñetero día, todo lo que he tenido que pasar para llegar hasta el día de hoy. Ojalá pudiera guardar una ensaladera por todas y cada una de las quimios a las que me enfrenté, evidentemente las gané todas. Pero no tengo ningún trofeo, tengo la vida, tengo el sentir, tengo todo de lo que ahora sé que soy capaz. Y ahora me siento a pensarlo, a reflexionarlo, pienso en lo que la Mery de hace un año le diria a la que soy ahora, creo que nos llevaríamos bien, creo que esa Mery me diría que menudos cojones tengo,  me diría que de dónde he sacado esta timidez, me miriaría con cara extrañada cuando me viera dudar tanto, pero alucinaría con lo que estoy haciendo todo lo que antes me daba miedo, ahora conduzco, ahora no fumo, ahora hago deporte, mucho deporte, voy a hacer travesías a nado, ahora ya no creo en tonterías, ahora sé hacia a donde voy, pero no como llegar hasta ahí. Ahora muchas veces ni siento ni padezco, ahora ya no sobrevivo a base de estereotipos, ahora voy a por lo que quiero, ahora me atrevo, ahora vivo.

Ya sabéis que siempre intento sacarle el lado bueno a esto del cáncer, voy a terminar post de hoy con una frase que siempre digo cuando me preguntan–.

» Hubiera preferido no tener que pasar por todo lo que he tenido que pasar, pero el cáncer me ha hecho mejor persona, me ha hecho crecer por dentro, madurar, me ha hecho preguntármelo todo, me ha dado valentía. Me ha dado VIDA.

Y si ya hace un puñetero año.