La importacia de la mente de cara a las quimios….

No todas las quimios te hacen sentir igual de despojo, hay unas que sientes que te pueden coger y tirarte a la basura, y otras a las que tu misma puedes tirarte a la basura.

Hacia tiempo que no os hablaba de como me están yendo esas quimios, la tercera fue muy parecida a la 1ª y a la 2ª, mucho malestar, mucho olor que me daba asco, dolor de cuerpo, mucha sed, mareos, debilidad, el brazo que se me duerme y esas cosas. También confirmamos la existencia de lo que yo llamo «dark thursday» jueves negro, y es que ya ha quedado demostrado que los jueves de quimio son mis peores días, sin duda alguna. Que horror de jueves. Bueno a lo que iba, que me voy por las ramas.

Tengo las quimios los martes, pues el domingo anterior, falleció el padre de una amiga, un hombre al que conozco desde que tengo uso de razón, un hombre entregado a su familia al 100%, un hombre vital, risueño, amable, un hombre que en cuanto se enteró de lo de mi enfermedad no dudó en llamarme para darme ánimos. Un hombre que era lo más importante que mi amiga tenía en la vida. Un hombre que se fue repentinamente sin que nadie lo esperara. Teniendo en cuenta que en mi grupo de amigas no superamos los 30 años, el echo de que fallezca el padre de alguna de nosotras es un palo enorme, y más si empatizamos con el dolor que la que ha sufrido tal pérdida. Pues yo me fui con el disgusto en el cuerpo, con la pena acumulada de dos días de no parar de llorar, me fui a la 4ª quimio que ya era un despojo antes de que me empezaran a inyectar el veneno, imaginaos de que forma hicieron mella en mi los efectos secundarios.Se lo pasaron pipa, lo peor que me ha pasado en mi vida fue aquella quimio, que manera de castigar al cuerpo, los efectos secundarios me suelen durar unos 4 días, los de esta quimio me duraron 8. Fue terrible. Y todo fue porque no fui mentalmente preparada.

De ahí mi reflexión anterior de la importancia de la mentalidad en las quimios, hay que ir preparado mentalmente, hay que ir sereno, positivo, tranquilo. Personalmente ya empiezo el lunes por la noche a auto motivarme, en plan vamos Mery que tu puedes, venga fuerza , no te vengas abajo, demuéstrale al cáncer lo que contigo no puede hacer, vamos que eres la mejor, vamos Mery saca a tus dos cojones a pasear, vamos Mery, valiente Mery, me imagino a mi misma vestida para matar atravesando los pasillos de la clínica, mientras me auto motivo las lágrimas me recorren la cara, pero yo sigo, sigo y sigo luchando, intentado derrotar al miedo que cada noche antes de la quimio me recorre el cuerpo entero. VAMOS MERY!

Mientras estoy ahí tumbada y el veneno intenta hacer de las suyas dentro de mi, hago una cosa que vi en la serie Pulseras Rojas, juego a cerrar los ojos e imaginarme donde me gustaría estar en ese momento, siempre es en alguna playa debajo de cocotero leyendo un buen libro mientras que mi Thomas bucea todo contento, también me imagino en algún festival internacional, cerveceando mezclándome con el público dando saltos, me imagino una tarde de «xerradeta» con mis amigas, me imagino estar de crucero por las Islas Griegas con mi madre y mi hermana… Se me pasa mucho más rápido el tiempo, y también estoy serena y tranquila. Así que amigos,tengáis cáncer o acompañéis a alguien con cáncer en su duro camino, prohibido disgustar a la persona cancerosa los días previos a la quimio, hay que hacer que se sienta positivo, sereno, hay que conseguir que haga de tripas corazón y luche!

Lo inevitable…

Hay unas cuantas cosas que cuando se tiene cáncer no se pueden evitar… Es más si se pudieran evitar el cáncer sería como una gripe lo que algo más duradera.

Nosotros los cancerosos, no podemos evitar sufrir para curarnos, es la principal putada del cáncer, el sufrimiento que conlleva la quimio. No podemos evitar sentir nauseas, ni sentirnos cansados, ni la debilidad, ni por supuesto no podemos evitar que se nos caiga el pelo. Hay algunos que tienen suerte y no se les cae, a mi se me empezó a caer a partir de la segunda quimio, un día me levanté y tenía toda la almohada llena, más delante no solo era la almohada, sino la toalla después de la ducha, el sofá, la ropa, el pelo se me pegaba en el cuerpo del sudor, el pelo se hacía una bola en el suelo y pasaba por delante de mi como una bola del desierto, sabéis lo que os digo estas que son como de paja, o no sé de que, que en las pelis pasan rodando… Pues mi pelo pasaba igual por delante de mi… Llegó a un punto que me molestaba, que era ya asqueroso el tema con el pelo, así que ni corta ni perezosa, decidí raparme.

Las razones eran obvias, fuera agobio con el pelo, fuera morirme de calor, fuera historias cada vez que me peinaba, fuera bolas del desierto, fuera despertarme con 40 pelos en la boca, fuera ver que cada vez tenía menos.

He leído en algún artículo que el tema del pelo es uno de los más delicados para las mujeres que sufrimos cáncer, y es verdad, no es suficiente tener cáncer como que para encima tu autoestima quede a la altura del betún, no me veo guapa con el pelo rapado, pero bueno hago lo que puedo!

Se me ocurrió que estaría bien hacer un vídeo mientras me rapaba,no sé si a alguien le servirá el algo, pero pienso que para quitarle hierro al asunto a mi me sirvió de mucho. Aquí lo tenéis.

Os gusta como me queda?

Valiente!

«No es valiente quien no tiene miedo, sino quien a pesar de tenerlo se enfrenta a él.»

Me encanta esta palabra, valiente!!! De hecho es una de las palabras que más gusta oír, y que más me digo a mi misma últimamente. Soy valiente, pero estoy cagada de miedo.

Qué malo es el miedo, que austero, que rígido, que áspero. Que sensación tan angustiosa la de tener miedo. Llevo 3 meses teniendo miedo, y llevo 3 meses enfrentándome a él. Y cada vez tengo más miedo, más preguntas sin respuesta, y cada vez lucho más, y cada día soy más valiente, y cada quimio me estremece más y cada llanto me hace más sensible, pero cada trance soy más valiente. Porque peleo más, porque me quiero más, porque me disputo la vida con el cáncer.  Porque el miedo recorre mis venas punzando mi piel, y aún así yo lucho, yo me enfrento a él, yo le chillo, yo le pego, yo le lloro, yo hago lo que puedo y lo mejor que sé en cada momento. Muchas veces me pregunto si lo estaré haciendo bien, si podría hacer algo para que todo esto no fuera tan duro, me pregunto que habré hecho mal para tener cáncer, o que no habré hecho, me pregunto si a lo largo de mi vida volveré a tener cáncer otra vez, me pregunto como será el después, me pregunto si volveré a ser la misma Mery de siempre, me pregunto tantas cosas y no tengo respuestas para ninguna de estas cuestiones, solo sé que soy valiente, y cada día lo soy más.

Y vosotros sois valientes?

En serio no sabes qué decir…?

Como ya os comenté en otra entrada, una de las principales ventajas de tener cáncer es que te das cuenta de quienes son tus amigos, tu gente, de quién te quiere y de quién ni es tu amigo, ni tu gente, ni te quiere… Hace ya tres meses que convivo con la enfermedad y os prometo que he tenido muchas gratas sorpresas en este sentido, también algunas decepciones.

Gente que te crees que son tus amigos, o que te aprecian, y que a la hora de la verdad no saben enviar un msj, o un whattsapp, o llamarte, o venir a verte cuando saben de sobra que estás pasando por los peores momentos de tu vida,  esa gente que pregunta por ti a los que si hacen todas esas cosas, pero que no tienen narices a preguntarte directamente… Esa gente que lee el blog a escondidas y es incapaz de mandarte un msj por cualquier tipo de vía, facebook, móvil, blog, personalmente…

Mi madre me dice que tengo que entender que hay mucha gente que ante una situación así no sabe que decir…

QUEEEEEEEEE???

En serio gente adulta y en su sano juicio no sabe preguntar Que tal estás? Cómo lo llevas? En serio esa gente no sabe mandarte un abrazo? EN SERIO? Venga hombre, yo no me creo que haya gente que no sepa hablar, o coger el teléfono y marcar un número. NO ME LO CREO. Tampoco me creo que haya gente que esta taaaan liada que también es incapaz de hacerlo. Mandar un msj son 30 segundos, lo puedes hacer mientras cagas por la mañana!

Ale ahí lo dejo!

Mi primera experiencia con la Seguridad Social (social su puta madre)

No sé si recordáis que mi hematólogo me recomendó hacerme 3 PETS, en una entrada anterior os cuento lo que es un PET ( https://yoymilinfoma.com/2013/06/24/la-prueba-final-el-pet/), bueno pues yo necesito 3 PETS, el del principio que ya me lo hice y me salio que tengo células cancerígenas en el mediastino, en la clavícula derecha, y en la ingle derecha también. Bueno pues resulta que mi seguro solo me cubre el PET del principio y el del final, cabe decir que la prueba cuesta unos 2000€.

Pues nada me voy yo a mi médico de cabecera, al que únicamente he ido para que me haga alguna baja por gripe, y ahora pues las bajas por el cáncer, le comento que necesito un PET y ella me deriva al hematólogo de la Seguridad Social, ya que ella no puede autorizar la prueba, solo pueden hacerlo los médicos especialistas. Me dieron hora el 2 de agosto, me fui hacia el hospital, me atendió un hematólogo muy joven, debía tener mi edad, fue muy amable, me autorizó la prueba, y me dijo que me llamarían de medicina nuclear y me darían hora. Hasta ahí todo perfecto. Resulta que dos horas después me llama el hematólogo joven diciéndome que desde medicina nuclear le han denegado la prueba, que como yo soy de seguro privado pues que me la haga el seguro, o que me la pague, pero que ellos no me la pueden ( o no les sale de los santísimos cojones hacérmela), él me recomienda que vaya a atención al paciente.

Señores, yo que tengo más de 5.000 días cotizados, que en mi puñetera vida he pisado un puto hospital público para NADA relacionado con mi salud, que no he cobrado del paro jamás, que pago cada mes mis impuestos como una completa gilipollas porque de verdad me dan ganas de trabajar en negro y no pagar ni un puto € a esta panda de ladrones faltos de moral y de cualquier tipo de ética. Amigos que no tengo una pierna rota, que tengo cáncer y necesito una puta prueba que me diga como voy después de haberme comido 6 quimios, me juego la vida a que ninguno de ellos ha pasado por esto, porque si lo hubieran pasado no jugarían con la estabilidad mental de una persona enferma de esta manera, no me hubieran hecho pasar el fin de semana que pasé, preocupada, angustiada, con ansiedad. Que ya tengo bastante con lo que tengo como para que encima me tenga que preocupar por poder acceder MIS PROPIOS DERECHOS. Que asco y que rabia me dan todos los politicuchos de mierda que nos han hecho llegar a esta situación, el dinero importa más que una vida amigos, y esto es tan real como que hoy está lloviendo. No me puedo ni imaginar la cara que se le debe quedar a una madre de un niño con cualquier enfermedad cuando le dicen que no le hacen una prueba, que es decisiva para que siga adelante y siga luchando.

Aquí en Palma todo se mueve por hilos y/o por enchufes. Tengo la suerte de que mi familia ha podido mover esos hilos y finalmente me harán la prueba. Desde aquí quiero darles las gracias, a todos los que se han movido para hacer que me hagan la prueba.

Aún así, yo tengo suerte, no quiero pensar en la gente que tiene lo mismo que yo, que sufre lo mismo que yo, y que no puede hacerse las pruebas que necesita porque se han gastado el dinero en cocaína, en putas, en aeropuertos innecesarios o en escobillas de baño de 300€.

Ale, ahí lo dejo!

Tenéis miedo a la muerte?

Tal y como dice el sabio, genio y no sé ni como describirlo de la admiración que le tengo a este hombre, el gran Albert Espinosa en su libro «El mundo amarillo»:

– » Muere.Cuando sea, cuando toque. No busques la muerte pero no le tengas miedo. El cáncer hizo que muchas veces me topara con la muerte, que me la encontrara de frente. Y olvida tus miedos: perder a tu gente, perder tus cosas, perder lo que eres. En realidad no pierdes nada, absolutamente nada. Créeme, aparta el miedo, aparta el pavor y mira a la palabra muerte de tú a tú. Visualízala, tan sólo eso. «

Cuando se tiene cáncer es inevitable pensar en la muerte, la tienes tan cerca, la tienes revoloteando en tu mente, bailando delante de tus ojos…

Señores no se  me alarmen, sé perfectamente que de esta voy a salir y no la voy a palmar. Pero es tan fácil, sentarte a mirar las estrellas y que en tu cabeza rebose esta sutil palabra. Muerte. He pensado mucho en ella, sí, ya no le tengo miedo, la he mirado a la cara. Me he asomado desde el marco de la puerta, la he visto al fondo, muy lejos, y me he dado la vuelta y le he dicho: – Reina, ahora no es mi momento. Cuando lo sea vendré gustosa, y te cogeré de la manita si quieres. Según mis reflexiones he llegado a la conclusión de que la muerte no es más que el final, un final al que tarde o temprano todos llegamos, de una forma u otra, yo prefiero irme de una manera digna, sí, pienso que mi final será hasta bonito. Hay mucha gente para la cual la muerte es como un tabú, del que nunca se habla, y en el que nunca se piensa. Creo que pensar en ello te hace más fuerte, más apto. Personalmente el cáncer hace que yo tenga miedo a un montón de cosas las cuales antes me pasaba por el forro, tengo miedo a todas y cada una de las quimios, es más, oigo la palabra y se me para el alma… Tengo miedo a ir sola al súper y que me pegue un jamacuco, tengo miedo a que el cáncer no se esté mueriendo dentro de mi, tengo miedo a recaer en un par de años, tengo miedo a que los efectos secundarios que siento se me queden para siempre, tengo miedo a que mi familia se preocupe demasiado, tengo miedo a que si alguna vez tengo hijos me salga un cáncer viviente, tengo miedo a no volver a ser la de antes, tengo miedo a no saber gestionar todo esto,tengo miedo a que la gente me mire por la calle,  tengo miedo a  que toda esta situación se me vaya de las manos…pero no le tengo miedo a la muerte, menuda  paradoja verdad?

Y vosotros que opináis sobre la muerte?

Quién no llora no mama…

Os prometo que jamás había puesto este refrán en marcha hasta ahora que estoy enferma. Esto de tener cáncer y aprovecharte de ello, no está tan mal. A continuación os relataré una serie de circunstancias que me han pasado desde que estoy enferma y que gracias al hecho de tener cáncer y mala leche, han ido como yo quería o como a mi me convenía en ese momento. Puede sonar malévolo, pero son cosas que he tenido que hacer, o pollos que he tenido que montar para que no me torearan.

Me remonto al principio de mi enfermedad, cuando me tenían que poner el port-a-cath, me voy al hospi a pedir hora, a la primera planta, me hago la cola le doy a la señora que había detrás del mostrador el volante, me mira con cara de pocos amigos y me dice… – Es que el médico que hace esto se va hoy de vacaciones y no viene hasta dentro de 15 días, tendrás que esperar… De esto que se me empieza a estufar la nariz y a hinchar la vena de la frente, mi madre que ya me conoce se apartó un poco hacia atrás, miré a la señora y le dije con toda mi mala hostia, que no es poca: – Señora yo tengo cáncer! tengo  la primera quimio dentro de 10 días y como si tiene que venir el Papa a ponerme la mierda esta por que no me voy a mover de aquí hasta que me den hora para mañana o como mucho dentro de 3 días!!!! Me la quede mirando con mi cara de te odio y soy una completa hija de puta, y vaya si me fue bien el asunto, ya ves, al día siguiente tenía hora, y no con el Papa.

La segunda vez que no tuve más remedio que montar un pollo, había más espectadores, y esta vez mi madre tomó partido agarrándome del brazo mientras me decía que me pusiera tranquila, yo durante ese tiempo me limité a chillarle a la secretaría de mi médico, pobre, creo que ahora ya le caigo bien, pero al principio con el pollo que le monté me parece que no le hacía mucha gracia mi presencia por su despacho. El tema fue que me tenían que dar hora antes de mi primera quimio ya que necesitaba el papel para ir a mi seguro y que este me autorizara la quimio. Bueno pues me planto ahí, le digo a la chica que necesito hora tal día, y me dice que no puede dármela que el médico no trabaja hasta el lunes por la tarde, yo el martes tenía la quimio y un seguro de salud no te autoriza una quimio en 10 minutos. Si amigos, otra vez se me empezó a estufar la nariz, miré a la santa de la secretaria y le dije: – Mira reina yo tengo cáncer, tengo mi primera quimio y el médico me va a ver si o si así que coges y le llamas, ya!!!! Como podéis imaginar, al día siguiente tenía hora con mi médico.

El último pollo que he tenido que montar, aunque algo me dice que no será el último, fue en el centro médico de mi barrio, en el de la Seguridad Social. Otro día os contaré mi experiencia con la Seguridad Social y esa panda de la ladrones desconsiderados y faltos de moral. Pero hoy el tema va de pollos, así que voy a seguir… El asunto era que necesitaba que me dieran hora con el hematólogo de la Seguridad Social, ya que necesito que ellos me hagan una prueba que mi seguro no cubre y que cuesta la friolera de 2.000 pavos. Bueno pues voy a la señoritisima, o debería decir Saritisima, ya que esa señora tenía más años que Matusalén, le doy el volante que me había dado mi médico de cabecera, y se pone a buscar en el ordenador, os prometo que no sabía que los dinosaurios manejaban pc’s. Durante el tiempo que me hizo esperar me dio tiempo a pensar en si hay tanta gente en paro como es que esta señora seguía trabajando, en serio me tuvo como 10 minutos solo para mirar una puñetera cita. Cabe mencionar que estábamos a principios de julio, coge y me dice pues tiene hora el 27 de septiembre. Me la quedo así mirando yo y mi vena de la frente, y le suelto: Señora, el 27 de septiembre mi cáncer y yo a lo mejor nos habremos muerto!!!! Me mira y me dice aquí pone linfoma de Hodgkin, no dice nada de un cáncer. No se supone que alguien que lleva trabajando en la sanidad más de 50 años, no debería saber lo que es un linfoma de Hodgkin? Bueno que me voy por las ramas, volvamos al PAC  de mi barrio. Señora, un linfoma de hodgkin es un tipo de cáncer y yo tengo 29 años y mis células cancerígenas se extienden más rápido. Adivinad que día me dieron hora???  El 2 de agosto.

Pues eso, que quién no llora no mama, y más en situaciones como la mía. Señores cancerosos que me leéis, llorad y mamad. Los demás también.

Saludos! Que tengáis un buen fin de semana.

Hoy, me cago en todo…

Hoy,no voy a filosofar sobre lo bello que es tener cáncer, hoy tengo un mal día y me cago en todo lo que se mueve… Me la suda, no hay consuelo posible, hoy me encuentro mal, tengo náuseas, me duele la cabeza, me duele el cuerpo, tengo un gusto a sangre en la boca terrible y encima todo me da asco, hasta la colonia de mi pareja me da asco. Hoy no podré dormir si no tomo mis drogalinas, seee, Lorazepam y toda esa mierda que odio. Hoy todo me da vueltas, hoy no estoy ni para ver una peli tirada en el sofá. Hoy sudo a borbotones, me suda hasta la comisura de los labios. Hoy no tengo ganas ni de luchar ni de ser valiente.

Hoy,he vomitado, si, he sentido como todo se me revolvía y al final brotaba por mi garganta. De repente me he visto desde otro ángulo, si desde el ángulo del que mira, del que no tiene cáncer y me ve, ahí, derrotada, con la cabeza rapada, vomitando lo poco que pude comer ayer, con la meada encima del esfuerzo del vómito, con lágrimas en los ojos porque en esta situación hasta me doy pena a mi misma.

Hoy, no quiero oír a nadie diciéndome que luche, que se me pasara, que soy una valiente, hoy lo único que quiero es pasar esta puta pesadilla lo más rápido posible  y no despertar hasta que este recuperada.

Si, es duro, hoy tengo un mal día. Tengo derecho a tenerlo, no? Tú tienes un mal día porque se te ha caído un café encima, o porque tienes mucho trabajo y yo tengo un mal día porque tengo cáncer y estoy hasta el mismísimo coño. Te vale?

Si, tú, persona sana que lees esto, que sepas que ahora te tengo rabia, si, rabia. Haz el favor de disfrutar de la vida, y no sólo de la vida, hazte el puto favor de darle a la salud la importancia que requiere, si, te lo digo yo, que llevo dos meses anhelándola, envidiándola, buscándola, rozándola.

No siempre puede haber optimismo en la lucha contra el cáncer, verdad amigos?

 

 

 

Mierda, se me está empezando a caer el pelo…

Amigos, esa segunda quimio empezó a hacer mella en mi cuerpo. Me desperté un día y tenía la almohada llena de pelo, no del gato, no de mi pareja como me decía él, todo aquel pelo era mío. Fue duro, me dio la sensación de que me acaba de dar cuenta de que tenía cáncer… Realmente no fue así, tenia muy asumido que estaba enferma y que tipo de enfermedad padecía, fue raro, se me saltaron las lágrimas mientras pensaba, ahora sí que tengo cáncer… Ahora ya sí que vale todo, ahora ya si que estoy en el ring con todas mis ganas.

El malestar y asco que acompaña a los días post quimio se apoderó de mi, la segunda vez fue muy similar a lo que sentí en los días posteriores a la primera. Lo único bueno fue que se me fueron todos los picores!!!!! Ueeeeee! Si, 9 meses de picores liquidados en dos quimios!  Ya solo me quedan 10 pensaba, cada vez que pienso en las quimios que me quedan me entran ganas de irme a Vietnam nadando o corriendo, o en bici… Lo preferiría todo antes que otra quimio, pienso en la palabra y me viene un olor a químico y me entra  un mal cuerpo terrible. Mi madre siempre me dice que esto es lo que me va a curar y que piense en positivo, la verdad es que cuando estoy en semana no quimio, puedo pensar en positivo y llenarme de fuerza y energía, pero cuando estoy en plena semana quimio es imposible pensar en positivo, lo intento, pero es complicado el tema.

He decidido dividir mis semanas en «semamas quimio» y » semanas no quimio», así mi gente sabe si puede venir a verme o llamarme o incluso sacarme a tomar algo o a cenar. Ahora soy fan de la «semana no quimio» y os prometo que hago todo lo posible para salir de casa cada día, a partir de las 19.00 de la tarde, claro.  No os podéis imaginar lo que disfruto de salir a cenar, o de ir a tomar algo con mis amigos o con mi familia, y que el viento me de en la cara, y poder gozar un poquito del verano. Os puedo asegurar que mientras estás pasando por cualquier enfermedad, cualquier momento de lucidez y bienestar es extraordinario.

Mi 2ª quimio…

Esta vez ya sabía a lo que iba, ya sabía qué y a quién me iba a encontrar. Ya no tenía ese miedo del principiante que tuve la primera vez. Lo que si tenía era mucho respeto por el tratamiento. Me dio por pensar que si mientras el veneno se paseaba por mis venas yo estaba tranquila y relajada, él mismo se sentiría mejor en mi cuerpo y haría lo que tuviera que hacer. Así que me senté en mi butaca preferida, mp3 en mano y al lío. Se me paso rápido el tiempo, pero la maquinita esta dichosa que no paraba de pitar, y yo que me meaba en todo momento, me daba cosa llamar a las enfermeras todo el rato para que me desenchufaran porque me estaba meando, al final lo hacía ya que no podía más. No fue mal del todo, pero el mal cuerpo y el gusto este de como si tuviera la garganta ensangrentada no me lo quita nadie…

Tengo que contaros que siempre llevo un amuleto a mis quimios, un amuleto que me da suerte y hace que el tiempo se me pase rápido, hace que la quimio me haga mucho efecto y que los días post quimio sean más llevaderos (eso es lo que me gusta pensar a mi).

Este amuleto está compuesto de pequeñas cositas que me han regalado o pertenecen a la gente fetiche que tengo en mi vida. Este amuleto se compone de una pulsera de hilos de colores que me hizo mi hermana mayor Paula, que no me la quito y la llevo siempre conmigo, llevo su lucha y mi lucha. La otra pulsera llena de estas cositas, la pulsera con la golondrina colgando me la hizo una amiga, y  representa a todas mis amigas. La cruz blanca es de mi madre cuando era joven, supongo que comprenderéis lo que eso supone para mi, nunca he conocido a nadie más luchador y más alegre que mi madre. El anillo es el de bodas de mi abuelo paterno, es una de las personas que más echo de menos y que más he querido, y estoy segura que esté donde esté me apoya, y me manda fuerzas, él murió de cáncer de colón hace un montón de años. Y la pulsera negra de tiras me la regaló mi pareja en mi 26 cumpleaños, fue el primer regalo de cumpleaños que me hizo, es muy especial para mi, porque fue el primer regalo, y porque viene de él, si él, la persona que más paz, calma, y positivismo me transmite, él que siempre ríe y que me sabe manejar, si, a mi, a mis cojones, a mi mala leche y a mis arrebatos. ÉL.

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Os dejo unas fotos para que podáis ver cuales son mis amuletos, vosotros tenéis alguno?