Pues si amigos, esto de tener cáncer es un «chollo», una se acostumbra hasta a vomitar, creo que hasta intentaré mejorar mi técnica, jejeje…
Resulta que como os comentaba en otra entrada, el cuerpo es más listo que el hambre, y en mi caso se acuerda hasta de los olores, me pregunto como es posible recordar un olor, pues si, yo recuerdo olores, y no los olores que más me gustan, como el de la tierra mojada en verano, o el de la piel de los bebés, o el olor de una buena gambita a la plancha. Mi cuerpo se acuerda de los olores de la quimio, si, ese olor a químico mezclado con pegamento y con plástico. Si, me acuerdo de ese olor, y en mis días de quimio me da por vomitar, al principio no solía vomitar, pero ahora vomito mucho. Mientras me enchufan vomito un par de veces, pero luego me quedo como Dios, el tema es que luego cuando estoy en casa mi listÍsimo cerebro me hace recordar ese olor asqueroso y vuelvo a vomitar, una y otra vez, si es un asco. Pero es algo raro, por que no tengo náuseas, es decir no tengo ganas de vomitar todo el rato, sino que de repente me viene el olor a la mente, y ale, fiesta loca en el cubo. Y es que cuando estoy de semana quimio voy con un cubo por mi casa, un cubo azul que cuando acabe todo esto iré a tirar a la basura.
Mi 6ª quimio se caracteriza por los vómitos, vomito y duermo como un oso polar, eso sí, como cómo una lima, amigos cancerosos no dejéis de comer, a mi me da vida, intentad forzar un pelín en ese tema y comed, lo que os de la real gana, pero comed.
Habéis visto que ya me he comido la 6ª quimio? Sabéis lo que eso significa?
Que ya empieza mi cuenta atrás! Cada vez menos!
UEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!