Ya he pasado mi 1ª quimioterapia… Y ahora qué?

A medida que los días fueron pasando y me fui alejando de el día en el cual me enchufaron la quimioterapia me fui encontrando mejor. El dolor de cabeza remitió y el mal gusto en la boca se fue dispersando, lo que no me abandonó fue ni el cansancio ni la debilidad generalizada que sentía.  A día de hoy sigo sin poder controlarlo, este agotamiento, esta sensación de mareo constante, no sé si es por el calor y la humedad que hace en mi querida isla o si es cosa de la quimioterapia que te deja hecho un asco. Lo cierto es que no puedo hacer un montón de cosas que antes consideraba cotidianas. No puedo ir a hacer la compra sola, bueno, en realidad no me atrevo, por miedo a que me pegue un jamacuco y me quede ahí pasmada, me da por pensar que si me mareo estando en mi casa, imagínate si me voy a hacer la compra, imposible.  Alguna vez me he puesto a prueba intentado salir a comer, o cogiendo el bus para ir a algún sitio y ha sido un completo fracaso, me pegan bajadas de tensión que aún estando sentada me dejan K.O. Si, es una  mierda enorme, ya que me siento muy frustrada, no puedo salir de mi casa hasta las 18.30 de la tarde y si lo hago tiene que ser acompañada… Puede que sea algo psicológico, que el miedo a desvanecerme me pueda y no controle los nervios y por eso me ha pasado las veces que he intentado forzar, no lo sé. El tema es que con la salud que gasto en estos momentos no puedo forzar la máquina, ni pedirle a mi maltrecho cuerpo que haga nada más que lo que hace ahora. Hay muchas cosas más que no puedo hacer, como pintarme las uñas, no me puede dar el sol ni un poquito, no puedo blanquearme los dientes, ni ponerme la retención de la ortodoncia que llevaba hasta hace un par de meses, no puedo cocinar (si me quemo o me corto he triunfado como la coca-cola), no puedo ponerme desodorante, ni maquillarme, no puedo comer carne roja (esto no me supone ningún problema), no puedo comer lácteos, esto si es un gran problema para mi, no por la leche o los yogures, sino por el queso, me han quitado el queso y me han quitado media vida! No puedo comer azúcar, no puedo hacer ejercicio, no me pueden dar un masaje,ni ir a un spa,  no puedo estar en contacto ni con niños pequeños, ni personas mayores, ni adultos enfermos (son un nidito de gérmenes que no me convienen), tengo que evitar las aglomeraciones, y lo peor no puedo estar más de 3/4 horas fuera de casa ya que sino me agoto, literal, llego a casa hecha un despojo y al borde del desmayo. Supongo que no tengo otro remedio que tomarme las cosas con calma e intentar descansar lo máximo posible, de cara a la próxima quimio…

Días post 1ª quimioterapia

Tengo que reconocer que no es tan dramático como lo pintan en las películas.

Se pasa mal por supuesto, no mola nada encontrarte mal, y mucho menos a 30 grados a la sombra. Sé que si me hubieran diagnosticado la enfermedad en enero, seguro que lo llevaría un pelín mejor, el calor y yo nunca hemos sido grandes amigos y ahora mucho menos.

El mismo día de la quimio me sentía agotada, como agarrotada, ya después de la siesta se apoderó de mi un dolor de cabeza terrible, a lo migrañoso, un dolor de cuerpo extraño, un reflujo en lo que va de la boca del estómago a la garganta, un sabor a tubería en la boca y sobretodo una debilidad y fragilidad que no había experimentado nunca. Es como una hiper mega super resaca, pero peor. En los días siguientes saboree lo que es prácticamente no poder hacer nada más que estar en posición horizontal, me hacia el desayuno, me cansaba, intentaba escribir en el blog, me cansaba, tenía que ir al baño, me cansaba. Es muy frustrante, no podía hacer nada!

Llegó el jueves y con ello mi día fatídico, antes me encantaban los jueves, eran la antesala de los viernes, ahora los odio, los jueves son mis días negros.  Qué mal lo pasé el jueves amigos, repito que si no hiciera este calor de mierda y esta humedad que se te pega hasta en el ombligo, yo creo que lo llevaría mejor. Aún así no es agradable ver como de repente se te duerme el brazo izquierdo durante horas, como hueles algo que te encantaba y ahora te da un asco terrible, como apenas puedes mover los ojos por que te duele la cabeza.

No amigos, no se me cayó el pelo en los días posteriores a la primera quimio, tampoco vomité ni una sola vez, no dejé de tener hambre, es más el cuerpo me pedía más y más comida. Tampoco se me fue el picor este de mierda que me tiene hasta los mismisímos cojones y que llevo aguantando desde hace 7 meses.

También a medida que van pasando los días y el veneno se va dispersando, te vas encontrando mejor, lo que no se va es el cansancio y la debilidad, pero al menos el 4 día ya empiezas a sentirte mejor y va mejorando a mientras van pasando los días.

La quimio no mola un pelo amigos, pero es lo que tengo que aguantar, es lo que va a matar al cáncer, y aunque me deje hecha un despojo, es lo que me va a curar. Al menos ya solo me quedan 11!!!

Mi primera quimioterapia…

Siempre hay una primera vez para todo, nunca hubiera imaginado que también tendría una primera vez de quimioterapia.

Amigos, empezaba mi propia guerra contra el cáncer, en ese momento ya no valían las suposiciones, en ese instante tenía que sacar toda la artillería pesada y mostrar mi estrategia en el campo de batalla, mi primera cruzada estaba apunto de encontrarse con los primeros balazos, puedo asegurar que el cáncer disparó primero, pero camaradas, yo tenía mejores armas, ganas, fuerza, optimismo, energía, ánimo, firmeza…

El médico me comentó que aquello era como una peluquería… Yo entré en la sala de espera con cara de auténtico pavor, encima como las enfermeras no me conocían, se olvidaron de que había una cancerosa nueva y tardaron en darse cuenta algo menos de  una hora, imaginaos mis ganas de matar, como podéis comprobar tengo mucho carácter, me tuve que controlar bastante para no montar un pollo de los míos, algún día haré un post de los pollos que he montado… Todos me han servido de algo.

Finalmente me avisaron y me condujeron a una habitación para mi sola, en la que había un par de sillas, una tele y una súper butaca de estas que me flipan con un mando para poder moverla hacia donde yo quisiera. Vino la enfermera con un carrito lleno de gasas y movidas para curas y tal, le comenté que llevaba port-a-cath y sacó una aguja muy fina pero con una longitud de unos 5 centímetros, casi me da un infarto cuando vi la aguja, me la clavaron al aparato, dolió, si que dolió,  entonces empezó el ir y venir de medicamentos por mis venas.

Intenté relajarme y para eso me llevé el mp3 lleno de música motivadora, otro día también haré un post para enseñaros cuales son las canciones que más me motivan, soy melómana declarada, entonces la música desde siempre consigue amansar mi temperamento y  estimular mi yo interior. Dejé que mi madre y mi pareja se fueran y me quedé conmigo misma tarareando esos temas e intentando concentrar mi mente y mi cuerpo para que el veneno entrara, hiciera lo que tuviera que hacer y se largara rapidito.

Estuve casi 4 horas enchufada, con la maquinita esta de los cojones que no para de pitar, con unas ganas locas de mear en todo momento, durante esas 4 horas lo único que noté fue un sabor asqueroso como a óxido que me subía por la garganta, no fue nada dramático, las enfermeras me tranquilizaron con su buen hacer. Me fui a casa con la pamela en la cabeza y con un poco de hambre. Imagen

Os dejo unas fotos de la maquinita en cuestión, si no entendí mal, este trasto sirve para moderar la velocidad a la que los medicamentos entran en el organismo y para pitar cuando la bolsa de liquido se acaba para que la enfermera lo oiga y venga a cambiarte la bolsa por otra con otro medicamento diferente. Mi quimioterapia es ABVD, son las siglas de los medicamentos, también antes de empezar me ponen una bolsita de Kitril, para evitar que tenga náuseas o vómitos. Mañana os cuento que tal me fue en los días posteriores.